Emprendedoras Hub Alimentos son apoyadas por Corfo
Harina de grillo y un biodigestor que gestiona los residuos orgánicos para transformarlos en biogás reciben financiamiento Semilla Inicia de Corfo
Producir harina de grillo como una nueva alternativa de proteína sustentable y un biodigestor que gestiona los residuos orgánicos de hoteles, restaurantes y casinos para transformarlos en biogás para la cocina, son emprendimientos innovadores que se adjudicaron quince millones de pesos a través de la convocatoria nacional Semilla Inicia de Corfo para realizar la validación técnica y comercial.
Ambos proyectos son liderados por mujeres y apoyados por el Hub Alimentos, Centro de Emprendimiento e Innovación Abierta para la Industria Alimentaria liderado por la Universidad de Talca, junto a Fundación Innova y el Centro de Estudios en Alimentos Procesados.
“Estamos muy motivados con el resultado del trabajo que realizamos con ambos equipos para el levantamiento de este financiamiento público. La valorización de residuos y el desarrollo de nuevos productos son áreas que apoyamos desde el Hub Alimentos, y debido al potencial de las iniciativas decidimos trabajar con ambos equipos para acompañarlos y asesorarlos en la elaboración del proyecto para levantar financiamiento público. Estamos muy contentos con el resultado del trabajo que realizamos en conjunto, por esta razón nos comprometimos a guiar y contextualizar a los emprendedores en términos de propiedad intelectual, enseñándoles a definir una estrategia y la importancia de una correcta protección en el mercado”, expresó el gerente del Hub Alimentos Utalca, Carlos Sanhueza.
"Los emprendedores de Ecodump: Karina Moreno, César Maya y Lorena Arancibia".
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación recomendó hace una década comenzar a incluir insectos en nuestra dieta diaria, ya que contienen proteínas de alta calidad, vitaminas y aminoácidos para los humanos. En Asia, África y América Latina, el consumo de escarabajos, las orugas, las abejas, avispas y hormigas, seguidos de los saltamontes y grillos, es algo común y se ha establecido como un elemento habitual dentro de la dieta que corresponde a sus culturas.
“Si comparamos la cría de insectos con la del ganado tradicional, los primeros ofrecen mayores beneficios en términos de medioambiente, salud y medios sociales, ya que no dependen tanto de la tierra, necesitan mucha menos agua y los gases de efecto invernadero que emiten son muy inferiores a los de la ganadería. Queremos introducir esta tendencia en nuestro país y demostrar que es un alimento rico y que lo estamos desaprovechando. El consumo de insectos no genera ningún tipo de adversidad para la salud de las personas, todo lo contrario, tienen características fundamentales para una nutrición optima, ya que se obtienen los mismos nutrientes en 110 gramos de proteína de carne versus 36 gramos de proteína en la harina de grillo. Además, tiene hierro, cobre, magnesio, fósforo, selenio, zinc y calcio, alto contenido en vitamina B12, que son micronutrientes súper importantes y necesarios para la salud”, explicó la estudiante de medicina y líder del proyecto Kri Cri Food, Bárbara Leyton.
La emprendedora lidera el equipo donde también participa José Felipe Fernández, ingeniero y magíster en gestión ambiental y territorial, junto a Marco Andaur, egresado de administración gastronómica, quienes trabajarán para generar una producción de grillos a mayor escala para abastecer con proteína de alta calidad a personas con nuevas necesidades de alimentación en base a una consciencia ecológica, así como también a deportistas que entrenan constantemente y necesitan grandes aportes de proteína.
Por otra parte, la ingeniera civil química, Karina Moreno, está a cargo de la innovación diseñada para Ecodump, el biodigestor que gestiona y transforma los residuos orgánicos de hoteles, restaurantes y casinos en biogás aprovechable por la cocina. Este producto contribuye a una economía circular y promueve el cumplimiento de la Ley de Fomento al Reciclaje, gracias a su ecodiseño, que cuenta con un mecanismo de separación y recolección selectiva.
“Junto a mis socios César Maya y Lorena Arancibia, nos propusimos crear una solución para abordar el problema que genera el desperdicio y acumulación de desechos orgánicos. Por eso estamos trabajando para crear un producto que use eficientemente los recursos y permita obtener ahorros promedio de 25% en consumo de gas natural. También nos motiva generar conciencia ambiental y disminuir los desechos que llegan a los vertederos”, expresó la emprendedora
Con los doce millones que recibirán a través de la convocatoria Semilla Inicia de Corfo desarrollarán el producto mínimo viable y acondicionarán un taller para trabajar y cumplir con las normativas exigidas por la Superintendencia de Electricidad y Combustibles, para poder instalar los primeros biodigestores en cocinas.
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